Dos amigos tomando unos gintonics nada espectaculares en un pub de medio pelo. Uno era servidor; el otro, otro. Llega un tercero y me cuenta:
-A ti quería yo verte. Verás que me voy. En un par de días, y si la cosa se pone a tiro te llamo y te vienes.
El otro le pidió:
-Yo también quiero ir.
A lo que el tercero respondió:
-Para ir hay que tenerlos bien puestos -las palabras iban acompañadas de un gesto con los dos puños cerrados por debajo de la cintura-. Y él los tiene.
¿Será verdad?. ¿Llegado el caso tendré los dos puños cerrados por debajo de la cintura?. Estoy deseando comprobarlo. Estoy deseando demostrar que sí, que tengo un par de puños cerrados. Por reconciliarme, por compensar que me han faltado en otras ocasiones. Quizá.
22 feb 2010
9 feb 2010
Con la Cara Lavá
Es lo que pasa en cuanto intuyo la primavera. Regresan imágenes, olores, sonidos...
...que unas veces me bombean el corazón...y otras me lo encojen.
Pero cuando me quedo con la cara lavá y recién peinao, y recién peinao...me siento guiri que mal estás, que mal estás...será por no estar allí y estar aquí, y estar aquí...
...que unas veces me bombean el corazón...y otras me lo encojen.
Pero cuando me quedo con la cara lavá y recién peinao, y recién peinao...me siento guiri que mal estás, que mal estás...será por no estar allí y estar aquí, y estar aquí...
3 feb 2010
2 feb 2010
Amanece Bonito
Amanece con pereza, eso parece. Pero llegado el momento, la luz explota y el sol se exhibe soberbio y pinturero. El paisaje se barniza de vida. Es bonito.
Que nadie apague el sol, que dejen la luna encendida para siempre. Con eso y una maleta de recuerdos se hace camino al andar (gracias por la idea, Don Antonio). Y quién sabe, hasta se descamina lo andado. Esto último da miedo, da miedo volver y no encontrar lo que recuerdas.
1 feb 2010
No Aparecen los Almendros
El tiempo mejora. Pero puede ser una trampa.
Me desojo buscando los almendros en flor. Y no crean que todo está hecho cuando aparezcan, sólo será una síntoma. Una esperanza.
Siendo niño pensaba que los almendros en flor y la primavera eran uno e indivisible. Con el tiempo ha aprendido que no todo lo que parece, es. Ni todo lo que es, lo parece.
Y la frustración es esa: no poder casar lo que es y lo que parece. Y el miedo es ese: que lo que parece, sea.
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