No quiero ser pesado, sé que lo he contado, pero tengo mucho frío.
Pueden pensar que la calefacción, las mantas, el fuego, las estufas y hasta el coñac pueden hacernos olvidar el frío. Pero es que no es eso. Una mirada por la ventana y encontrarte la imagen de un día helado y frío, escuchar el viento cargado de hielo, oler la humedad del ambiente...eso no se quita ni paseando por los confortables pasillos delcorteinglés. Es que es otra cosa.
Esperaremos. Si me acordara, rezaría.
8 ene 2010
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