-¿Qué le pasa? -Lola interrumpió mi búsqueda en el Google y tuve que dejar para más tarde la solución del enigma -
-Está nervioso, le he oído decir que va a llamar a los de sanidad del Ayuntamiento.
-¿No estaba limpios los vasos, Lola?
-No es eso, creo que debe de acercarse.
El rufián estaba rodeado de clientes y gesticulaba de manera teatral. Alguno de ellos asentían y parecía que le daban la razón. A medida que me acercaba a la mesa donde estaba iba bajando la voz, de manera que no pude escuchar el tema de su enfado.
-Hola, Malaspulgas, ¿va todo bien?
-Hola, Malaspulgas, ¿va todo bien?
-Pues no, Búho, no va bien. Fíjate en la mesa del fondo, la que está junto al servicio.
-La verdad es que el tipo parece original
-¿Original?. ¡Por Dios, Búho, ese tío va vestido de Mariachi y no deja de toser!.
-Es lo bueno de esta tierra, Malaspulgas, cada uno va vestido de lo que le da la real gana.
-¡De mariachi, Búho, de mariachi, va vestido de mariachi!. ¡Y tose!. ¿No te das cuenta?. ¡Es un mejicano con gripe!. Y creo que empiezo a tener fiebre
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-¡Anda ya, Malaspulgas!. No seas hipocondriaco. Será el tabaco. El mejicano no hace más que fumar.
-¡Que no, Búho, que no!. Ese tío trae la gripe del cerdo. Yo llamo a Sanidad, pero ya.
Me acerqué hasta la mesa del individuo vestido de mejicano con el pretexto de limpiar la mesa. Estaba acompañado de una "Bella señorita", que es como estos tipos llaman a las putas que sacan del todogolfas.com
-Perdón, señor -me dijo entre toses- la dama desearía otra botellita de champán, y para mi otro José Cuervo, si es tan amable.
Lo de la tos del mejicano ya empezaba a preocuparme, pero lo de la "bella señorita" y el champán, como si el Búho de Oro fuese un lupanar, no lo podía consentir. Me había costado mucho esfuerzo conseguir que el Búho de Oro fuese un lugar intimo, de confidencias y desahogos al mismo tiempo que respetable, como para que me lo echara a perder un turista salido.
-Lo siento caballero, no nos queda cava y el tequila está caliente.
Estaba terminando la frase cuando irrunpieron en el local unos individuos disfrazaros de astronautas. Miré instintivamente a Malaspulgas y le pillé con una media sonrisa en los labios.
-Quedense donde están, no se preocupen, no pasa nada, es sólo una medida preventiva. ¿Quién es el encargado?
-En realidad la encargada eres tú, Lola. Yo sólo soy el jefe.
-Vamos Búho, déjate de bromas.
Deje pasar unos segundos para ver cómo se organizaba esta gente. El mal ya estaba hecho, de manera que no estaba de más aprender.
-¿Qué sucede, señores?. Yo soy el responsable del local.
Me explicaron que habían recibido una llamada denunciando un caso de gripe contagiosa y que ellos, siguiendo el protocolo, tenían que aislar el local y someter a los clientes y al personal a unas pruebas para comprobar si alguien sufría la gripe. El espectáculo fue impagable para los vecinos: se formó un pasillo de "astronautas" por donde íbamos pasando todos los que estábamos en el local hasta subir a un autobús con las ventanas ciegas mientras que un enfermero nos colocaba termómetros en la boca.
Pasaron dos días hasta que se aclaró que nadie tenia la gripe y que el mejicano sufría un resfriado común agravado por el tabaco.
-¿Entonces todo este follón lo ha montado Malaspulgas?
-Eso parece, Don Ángel, ya ve lo que las palabras de un indocumentado pueden provocar.
-Bueno, Búho, seguro que lo haria con buena intención.
-Dígame una cosa, pater , ¿usted no se ha parado a pensar que los curas hacen más o menos lo mismo?
-Cuidado, Búho, no sé qué quieres decir, pero ciudado
-Alarman hablando de pecados que luego los descatalogan, y de infiernos que después ponen en duda.
-Los curas nunca tenemos dudas
-Pues enhorabuena, pater -dicho esto me refugie en el almacen y tecleé en el Google "mujer ocho menos tres minutos"-
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