La frase se me ha cruzado con la declaración de Bibiana Aído, la ministra-miembra del gobierno-boutique de ZP. Lo que ha soltado la señora ministra por esa boquita que dios le ha dado es que le gustaría practicar el apartheid sexual en las bibliotecas. A saber: bibliotecas sólo para chicas y con libros escritos únicamente por mujeres. Los chicos no pueden entrar ni como autores. Hombres, no.
Martin Luther King se dejó la piel en los sesenta para que desapareciera la discriminación racial de los autobuses, restaurantes, centros públicos; de la sociedad americana y de leyes, y llega la ministra diseño y le apetece imponer la discriminación en las bibliotecas. Vamos progresando para atrás.
Si a esta ministra no le dan pronto algo que hacer y se dedica a dejar rienda suelta a sus ocurrencias, en menos tiempo que más, veremos edificios públicos con libros amontonados en la puerta a la espera del camión de la basura para limpiar de autores masculinos las bibliotecas, y carteles de "HOMBRES NO" junto con los de "PERROS NO" en las puertas bloqueadas de las salas de lectura.
Que a las fiestas de chicas no dejen entrar a los chicos y en la de los chicos se les prohiba la entrada a las chicas es una estupidez que se practica en la adolescencia y se cura con el tiempo. Pero lo de las bibliotecas, lo de practicar la segregación en centros culturales por imperativo legal, eso es la vuelta a la época negra del fascio. Por lo que más quiera Presidente, dele algo que hacer a Doña Bibiana que nos hunde, aunque sea el ministerio de economía, que para lo que sirve es lo mismo. O invéntese un ministerio para la igualdad para que luche contra esta discriminación. O mejor, busque y rebusque hasta encontar el sentido común y aplique el articulo 14 de la Constitución