"Ningún Gobierno puede mantenerse sólido mucho tiempo sin una oposición temible". (Benjamín Disraeli)
En España, los muchos gobiernos que hay se desplomarían si fuese cierta la sentencia del político ingles. En cambio están encantados.En Madrid la oposición del PP a ZP anda enredada oponiéndose a ella misma. Están que no duermen pensando si han de cambiar al líder o qué diablos hacen. Mientras, los piratas secuestran españoles y se van de rositas sin que nadie señale con el dedo a Zapatero, Solbes se equivoca y nos equivoca cada vez que habla de una crisis que parece no existir de Moncloa para adentro, ETA bombardea el País Vasco, los españoles de aquí y de allá corren con la palangana en la mano para quedarse con el agua... ¿Oposición?, ni está ni se le espera. Con este ambiente de dejadez y abandono ni la aguerrida Rosa Diez puede hacer gran cosa. Alguien, quizá sus electores, tendrá que pedirle responsabilidades al PP por haber abandonado sus obligaciones como oposición. Y el Gobierno encantado
Francisco Camps, otro que no tiene quien le tosa. Otro encantado. En la Comunidad Valenciana el Partido socialista, la oposición, simplemente está missing. No existe. ¿Cuántos recuerdan el nombre del candidato socialista a la Generalitat? Y no hay más oposición, y tampoco se la espera; y más: como éste es territorio comanche y está perdido para la causa “zapateril”, la franquicia del PSOE en la Comunidad parece abandonada a su suerte. ¡Por perdedores! Así es que Camps hasta se permite el lujo de hacer política Nacional y jugar a favor de Rajoy.
Y Monóvar. ¡Vaya balsa de aceite! Los socialistas piden permiso para oponerse, lo hacen pidiendo disculpas, y luego le agradecen al gobierno municipal el detallazo que han tenido al oírles. No es de extrañar que Pepe Ginés presuma de ser la única oposición que tiene el alcalde.
Ya les digo, los gobiernos encantados y los ciudadanos asombrados.
Fígaro
(Retocado un escrito anterior y remitido a monover.com por si tienen a bien publicarlo)
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